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viernes, 31 de marzo de 2017

LA BONDAD: SEXTO FRUTO DEL E.S

LA BONDAD, SEXTO FRUTO
GÁLATAS 5:22


Este término viene del latín: BONITAS que significa, calidad de bueno; se refiere a él hombre o ser humano bondadoso que es de buenos sentimientos, que tiene paciencia, caridad, templanza, clemente, y es virtuoso.

¿En que pensamos cuando escuchamos las palabras “bueno” y “bondad”? ¿La bondad que conocemos como fruto del espíritu refleja lo que el mundo define como bueno?

Sabemos desde luego que el ÚNICO BUENO POR NATURALEZA ES EL DIOS PADRE, así lo manifestó su hijo amado en MATEO 19:17. ― ¿POR QUÉ ME PREGUNTAS SOBRE LO QUE ES BUENO?—RESPONDIÓ JESÚS—. SOLAMENTE HAY UNO QUE ES BUENO. SI QUIERES ENTRAR EN LA VIDA, OBEDECE LOS MANDAMIENTOS.

El apóstol no dijo que fuésemos buenos en su sentido absoluto, porque Él sabía que esto solo Dios mismo podría ser, pero si dijo que El espíritu da el fruto de la bondad, que es una emanación de Bueno, desde luego relativamente.

Es el mismo caso escrito en MATEO 5:48 POR TANTO, SEAN PERFECTOS, ASÍ COMO SU PADRE CELESTIAL ES PERFECTO. Con estas palabras el divino Maestro no quería decir que fuésemos tan perfectos como su padre en el sentido absoluto, pero si relativamente porque nuestros sentimientos y todas nuestras acciones deben estar inspiradas por la bondad, la virtud, ya que el mismo Jesucristo no quise llamarse bueno, cedió este atributo a su Padre. El fruto anterior benignidad tiene que ver con la afabilidad con el buen trato al prójimo, pero este tiene que ver directamente con los sentimientos y actuaciones con las personas.

Recibimos mensajes confusos acerca de lo que es “bueno”. Algunas personas dicen que es “bueno” tener una relación ilícita para ponerle emoción a la relación cuando se tienen problemas en el matrimonio. Otros dicen que es “bueno” disfrutar y jugar el papel de cualquier fantasía, no importa lo depravada y antinatural que sea, mientras no lleve a cabo tal fantasía.

¿Esto es lo que Dios dice que es bueno? ¡No!

Isaías 5:20 ¡AY DE LOS QUE A LO MALO DICEN BUENO, Y A LO BUENO MALO; QUE HACEN DE LA LUZ TINIEBLAS, Y DE LAS TINIEBLAS LUZ; QUE PONEN LO AMARGO POR DULCE, Y LO DULCE POR AMARGO! 

Veamos SALMOS 33:4-5: “PORQUE RECTA ES LA PALABRA DEL ETERNO, Y TODA SU OBRA ES HECHA CON FIDELIDAD. EL AMA JUSTICIA Y JUICIO; DE LA MISERICORDIA DEL ETERNO ESTÁ LLENA LA TIERRA”.

Dios quiere que la tierra esté llena de su bondad. Lo que Él considera bueno, está claramente escrito en las sagradas escrituras. Sin embargo, desde la creación de Adán y Eva, la humanidad influenciada por Satanás, ha decidido seguir su propia definición de bondad.

Piense en las otras palabras que están asociadas con bondad en el sagrado libro, tales como verdad, rectitud, justicia y luz. En EFESIOS 5:8-10 se usan algunos de estos sinónimos: “PORQUE EN OTRO TIEMPO ERAIS TINIEBLAS, MAS AHORA SOIS LUZ EN EL SEÑOR; ANDAD COMO HIJOS DE LUZ (PORQUE EL FRUTO DEL ESPÍRITU ES EN TODA BONDAD, JUSTICIA Y VERDAD), comprobando lo que es agradable al Señor”.

La mayoría de las personas decide que está bien o que está mal no basado en lo que Dios nos enseña, sino en actitudes, sentimientos o cualquier “investigación” parcializada que hayan hecho del tema.

En SALMOS 52:1 dice: “LA MISERICORDIA DE DIOS ES CONTINUA”. ¿Cuál es esa bondad? Implica un compromiso total de lo que está bien sobre lo que está mal y lo correcto sobre la maldad. La bondad, al igual que el fruto del Espíritu que se describe en GÁLATAS 5:22 también conlleva hacer el bien generosamente a los demás.

Desde luego que nada serviría si damos buen trato fingido en el sentido de los roces sociales y la sociedad me obliga a fingir ser bondadoso solo porque soy importante, o porque quiero que me vean pero en realidad nuestros sentimientos son malos. Un hombre puede ser afable y de buenas palabras dulces y verse gracioso pero puede tener todo el tiempo el maquinar malas intenciones, ya en este caso no sería bondadoso en cambio el hombre bondadoso puede ser austero en las palabras, en este caso no sería afable, pero tampoco tendría malas intenciones.

Pues el Espíritu Santo a través de su fruto, hace que el cristiano tenga estas dos virtudes que se afable la palabra, en la charla, en el roce social y a la vez que sea de buenos sentimientos en tal cuestión estar cerca de esta persona y escucharla es una satisfacción.

 No cabe duda que es hermoso espiritualmente conocer a un  cristiano con  estos dos aspectos, porque muestra sinceridad, y no hipocresía, el gozo, la alegría que muestra al tratar a su prójimo lo demuestra con sus buenos deseos para con todos.

¿Por qué Dios quiere que manifestemos bondad?

Dios es bueno, y quiere que crezcamos en el fruto del espíritu de la bondad para que seamos como Él.

Una frase que se repite a menudo en SALMOS 107 dice: “ENTONCES CLAMARON AL ETERNO EN SU ANGUSTIA, Y LOS LIBRÓ DE SUS AFLICCIONES. Los dirigió por camino derecho, para que viniesen a ciudad habitable. ALABEN LA MISERICORDIA DEL ETERNO, Y SUS MARAVILLAS PARA CON LOS HIJOS DE LOS HOMBRES” (vv. 6-8).

Nuestra bondad debería ser algo por lo cual deberían estar agradecidos los otros seres humanos, de la misma manera que nosotros debemos estar agradecidos por la increíble bondad que Dios tiene con nosotros.

¿Cuál es la alternativa? ¿Qué es lo opuesto a la bondad? ¿Qué pasa cuando decidimos que está bien o que está mal basado en los valores de un mundo tergiversado por Satanás, que nos odia?

JUAN 8:44 dice: “VOSOTROS SOIS DE VUESTRO PADRE EL DIABLO, Y LOS DESEOS DE VUESTRO PADRE QUERÉIS HACER. ÉL HA SIDO HOMICIDA DESDE EL PRINCIPIO, Y NO HA PERMANECIDO EN LA VERDAD, PORQUE NO HAY VERDAD EN ÉL. CUANDO HABLA MENTIRA, DE SUYO HABLA; PORQUE ES MENTIROSO, Y PADRE DE MENTIRA”.

¿De verdad pensamos que el padre de las mentiras le va a decir al mundo lo que realmente significa ser “bueno”? No, Jamás y esto es nada probable. Si bien recuerdas, Satanás les mintió a Adán y a Eva convenciéndolos de que ellos se iban a beneficiar si comían del fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal. ¿Nos hizo bien la actitud de Adán y Eva en no poder seguir instrucciones? No por eso estamos como estamos y el mundo sigue influenciado actualmente por el engaño concerniente a lo que está bien o mal según Satanás.

Dios quiere que mostremos su bondad de acuerdo a sus mandamientos, a su carácter. Así que aprendamos a seguir instrucciones veamos como dice en DEUTERONOMIO 6:24, dice: “Y NOS MANDÓ EL ETERNO QUE CUMPLAMOS TODOS ESTOS ESTATUTOS, Y QUE TEMAMOS AL ETERNO NUESTRO DIOS, PARA QUE NOS VAYA BIEN TODOS LOS DÍAS, Y PARA QUE NOS CONSERVE LA VIDA, COMO HASTA HOY”.

Dios sabe qué es lo mejor para nosotros, EL CREÓ LO “BUENO”. Debemos seguir la bondad de Dios, la misma que ha mostrado con nosotros para evitar ser cortados de un reino venidero regido por la bondad (ROMANOS 11:22).

Por qué quiere Dios que manifestemos bondad? Porque es bueno para nosotros y para los que nos rodean. Los únicos beneficiados de ser bondadosos agradables, somos nosotros mismos y serán bendecidos con nuestra nueva actitud aquellos que nos conozcan  porque debemos ser luz de lo que es realmente moral—los mandamientos beneficiosos y la rectitud de Dios.

Finalmente, Dios quiere que mostremos bondad, porque Él es bueno, y quiere que nosotros seamos como él —¡Y QUE SEAMOS SUS HIJOS POR SIEMPRE! (ROMANOS 8:16-17).

Es importante hacer notar que si tienes un ministerio en tu congregación tomar nota en esto pues Sabía muy bien Pablo que un predicador, un misionero debe estar revestido de bondad, es decir de muy buenos sentimientos en favor de las almas, no queriendo nunca engañarlas desearles el mal. Y el mismo resumen el fruto del espíritu es en toda bondad justicia y verdad. EFESIOS 5:9, queda claro entonces que ser bondadoso es jamás quererse aprovechar de ninguna manera de nuestro prójimo.

El apóstol reconocía que en su ministerio tenía esta virtud, así dice 2 DE CORINTIOS 6:6 SERVIMOS CON PUREZA, CONOCIMIENTO, CONSTANCIA Y BONDAD; EN EL ESPÍRITU SANTO Y EN AMOR SINCERO;

Así que has de tu ministerio en tu iglesia y congregación algo especial agrégale la sazón de bondad y veras como creces en el señor, preocúpate en dar a conocer el amor de Dios en ti mira como dice: Efesios 3:19 y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la PLENITUD de Dios. Con la intención entonces   cada día creciendo en la medida de la estatura del perfecto Efesios 4:13 hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la PLENITUD de Cristo; 

EJEMPLOS DE BONDAD QUE DEBEMOS SEGUIR

Dos reyes de Judá se mencionan por haber tenido “bondad”.
La historia del primer rey, Ezequías, la encontramos en 2 Crónicas 29 hasta el 32 —heredó el reino de un perverso gobernante: su padre.


Tan pronto comenzó a reinar, Ezequías limpió el templo de todo el abandono y desprecio al cual había sido sometido, restaurando el verdadero culto a Dios. También guardó la fiesta de la Pascua, otro mandamiento de Dios que había sido descuidado.

Sistemáticamente, Ezequías se fue deshaciendo de todas las horribles influencias paganas del territorio. También se enfrentó al rey más poderoso de la época, Senaquerib de Asiria, quien había ridiculizado a Dios y todo lo que Él le había dicho a su pueblo.

El “buen” rey Josías (la historia la encontramos en 2 Crónicas 34 y 35) siguió el mismo patrón de Ezequías. Él heredó el reino después de que dos perversos reyes habían destruido lo que Ezequías había arreglado. Josías limpió el territorio de todas las terribles prácticas paganas. También encontró el Libro de la Ley y decidió seguirlo cuidadosamente. Así como Ezequías, Josías restauró la verdadera adoración en el templo y preparó una memorable fiesta de la Pascua.

El ejemplo de estos dos reyes nos muestra que a pesar de que nuestro entorno (incluso nuestras propias familias, esposa, esposo, hijos rebeldes o cualquier de los nuestros que este alejadas de Dios) no sea “bueno”, podemos ser bondadosos aferrándonos a los estatutos de Dios.

UN EJEMPLO PARA EVITAR

¿Qué pasó entre el reinado de Ezequías y el reinado de Josías? ¿Por qué Josías tuvo que rehacer todo lo que había hecho Ezequías?

Desafortunadamente, el hijo de Ezequías, Manasés (la historia se encuentra en 2 Crónicas 33) no fue conocido por su bondad. Aunque Manasés se arrepintió al final de sus días, por muchos años causó daños irreparables y maldad por todo el territorio. Volvió a traer al pueblo todas las repugnantes influencias paganas y sus prácticas, incluyendo los sacrificios de niños, hechicería, brujería y magia negra. Las demás naciones que estaban en esta área pensaron que esas prácticas eran normales y buenas, pero Dios las odiaba.

¡Manasés llegó al punto de edificar un altar pagano en el templo de Dios! Amón, su hijo, también fomentó estas prácticas malignas cuando fue rey.

Puede que estos ejemplos parezcan extremos, pero Manasés simplemente hacía lo que los que estaban a su alrededor hacían. Sin embargo, al seguir lo que otros definían como bien y como mal, estaba convenciendo a Judá de hacer el mal (v. 9), que es todo lo contrario al concepto que Dios tiene de bondad.

Debemos revisar las ideas que este mundo tiene de lo “bueno”, y después pensar en Isaías 5:20: “¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo!”.

Bueno toca ahora hacernos el autoexamen sobre la bondad en mi:

·         ¿Lo “bueno” que hago, está basado en los estatutos que Dios tiene en su sagrada escrituras para mí?
·         ¿qué tanta influencia tiene mi familia o en principios de esta sociedad y principios que yo he creado para ser mejor persona?
·         ¿De qué manera mis acciones reflejan el camino de vida correcto de Dios?
·         ¿De qué forma mis actos muestran la ley de Dios?
·         ¿notan mis conocidos y amigos que soy Iglesia de Dios?
·         ¿Pensaría Dios que lo que voy hacer es “bueno”? Si la respuesta es sí, ¿qué evidencia hay en la Biblia que reafirme y confirme que hago el bien?
·         ¿Soy justo?
·         ¿Soy imparcial?
·         ¿Soy fiel con los mandamientos de Dios?
·         ¿Soy generoso para hacer el bien a los demás?
·         ¿Cómo puedo mostrar más bondad?
·         ¿hago buena publicidad del reino con mi vida?

Ya que somos una carta abierta a este mundo nefasto y somos propaganda ambulante de Dios y su bondad, entonces debemos pensar cuidadosamente en nuestros actos, pensamientos y palabras.

¿Cómo podemos estar seguros de que estamos mostrando la bondad de Dios?

Debemos:

Investigar y tener datos acerca de las actividades, tradiciones o filosofía en las que estamos involucrados. Ahondemos en los antecedentes y la aplicación de estas áreas de nuestra vida y veamos si son agradables a Dios o no.

Por ejemplo, muchas fiestas tradicionales que se celebran actualmente, que afirman alabar a Dios, involucran las mismas antiguas tradiciones paganas que la Biblia dice que Dios odia,

¿Mi Iglesia hace y celebra lo mismo que la doctrina pagana roma, Creyendo hacer el bien?

Ore para poder entender y discernir de manera acertada entre las versiones tergiversadas de “bondad” que vemos a nuestro alrededor todos los días y la verdadera bondad que viene de Dios.

Analicemos las posibilidades en la vida, a la luz de los dos mandamientos más importantes. Pregúntese: ¿cuándo hago esto, estoy amando a Dios con toda mi fuerza y todo mi corazón (los cuatro primeros mandamientos)? Y cuando hago esto, ¿estoy amando a mi prójimo como a mí mismo (del quinto al décimo de los 10 Mandamientos)?

Nuestro ejemplo perfecto de bondad; fue la que hizo nuestro redentor al morir por ti, dando su vida por sus amigos, ¿Qué has hecho tú de especial y bondadoso que recuerdes por alguien?, Jesucristo, fue el modelo y la definición de bondad demostrado por un ser humano. Y ahora ya no como ser humano, ahora está sentado en el trono de Dios, deseoso de ayudarnos en nuestra vida. Usemos todos sus ejemplos y su ayuda para luchar y crecer en el fruto del Espíritu de la bondad.

Aprenda más de lo que Cristo enseñó e hizo, en la sección “El sermón del Monte”.

Podríamos seguir conversando en este tema pero esperamos haber tocado tu corazón y concluimos leyendo este pasaje: Romanos 12:17 No paguéis a nadie mal por mal; procurad lo BUENO delante de todos los hombres. Y dice el apóstol Juan: 3 Juan 1:11 AMADO, NO IMITES LO MALO, SINO LO BUENO. EL QUE HACE LO BUENO ES DE DIOS; PERO EL QUE HACE LO MALO, NO HA VISTO A DIOS

Es necesario reconocer que necesitamos corregir nuestras actitudes y renovar nuestros valores y oler a cristo.

Que el Señor te bendiga y te guarde, te muestre su favor y te conceda: Amor, gozo, paz, tolerancia, benignidad y ahora bondad.

Defendiendo la Sana Doctrina

IGLESIA DE DIOS
COLUMNA Y APOYO DE LA VERDAD.

Formando líderes con valores, Gamaliel Estrada.




domingo, 26 de marzo de 2017

LA BENIGNIDAD, QUINTO FRUTO DEL E.S.

QUINTO  FRUTO DEL ESPÍRITU SANTO. BENIGNIDAD
Gálatas 5:22
La palabra BENIGNIDAD se compone de la adverbio latino “BENE” que equivale a BIEN y del verbo GENERE o ENGENDRAR. Uniendo ambos términos significaría LO QUE ENGENDRA EL BIEN, es decir el que piensa bien y desea el bien.

El diccionario de la lengua castellana lo interpreta de la siguiente manera: benignidad: calidad de benigno y benigno es una persona afable, es benévolo, es bondadoso y bondadoso significa: bueno, buen ser humano, muy amable muy afectuoso lo contrario es: malévolo y perverso.

Algunas personas relacionan benignidad con debilidad. Otros podrán pensar que pequeños actos de benignidad son frívolos y sin importancia. ¿Qué papel juega el fruto del espíritu de la benignidad?

El apóstol recomienda esta virtud en EFESIOS 4:32 MÁS BIEN, SEAN BONDADOSOS Y COMPASIVOS UNOS CON OTROS, Y PERDÓNENSE MUTUAMENTE, ASÍ COMO DIOS LOS PERDONÓ A USTEDES EN CRISTO.
Nuestro mundo está lleno de personas cortantes, personas que insultan a los que están a su alrededor, no le abren la puerta a las señoras de, ni a los que van con paquetes, se ríen de las desgracias de los demás y tratan de mostrar su superioridad pasando por encima de los demás.

Sin embargo existen otras personas que ceden su puesto en la fila, elogian a las personas que los rodean, se apuran para abrirle la puerta a los demás, se solidarizan con los infortunios de otras personas y muestran humildad y disposición para servir a los demás.

El ser bondadoso no cabe duda, que es el Espíritu De Dios que nos concede este fruto para hacer más dulce el trato del uno para el otro. El Espíritu inspira este deseo del bien en todos los aspectos para el prójimo, principiando con el trato, el cual debemos brindarnos siempre con afabilidad, amabilidad y enseguida en el sentimiento que debemos brindar afecto. El afecto nos hará desear y pensar el bien a toda persona, este fruto nos impedirá ser malos y perversos. Y naturalmente que este fruto se debe manifestar cuando realmente se necesita, es decir cuando nuestro prójimo necesita de bondad de parte nuestra. Muchas veces somos bondadosos con las personas que solo nos han demostrado cariño, pero somos malos y perversos con quienes nos han ofendido.

Esto no debe ser así, el verdadero fruto del espíritu Santo se manifiesta en lo difícil, en lo que realmente se necesita para ver evidencia que somos hijos de Dios, por esta razón Jesús decía “Y SI SE ABRAZARA Y A VUESTROS HERMANOS SOLAMENTE, ¿QUÉ HACÉIS DEMÁS? ¿NO HACEN ASÍ LOS GENTILES?
¡Es fácil identificar a las personas que muestran benignidad!

Desafortunadamente, las personas que basan su pensamiento en la mentalidad de “la supervivencia del más fuerte” es probable que no vean la lógica de la verdadera benignidad. A la gente le gusta recibirla, pero a menudo no ven el beneficio de ser benigno.

¿Qué dice Dios acerca de la benignidad?

La benignidad hace parte de la lista del fruto del espíritu de Gálatas 5:22. Según el Zondervan NIV Bible Commentary (Comentario de la Biblia de Zondervan NVI) la palabra griega que se traduce para benignidad es “la divina benignidad con la cual Dios actúa hacia la humanidad. Es a lo que se refiere (Antiguo Testamento) cuando constantemente dice: “DIOS ES BUENO”. LOS HIJOS DE DIOS, DEBERÍAN MOSTRAR BENIGNIDAD AL COMPORTARSE CON LOS DEMÁS, de la misma manera que Dios se ha comportado con ellos”. Básicamente significa “HACER OBRAS PENSADAS PARA LOS DEMÁS”.

En PROVERBIOS 20:28 vemos unas cualidades que Dios quiere en un líder: “MISERICORDIA Y VERDAD GUARDAN AL REY, Y CON CLEMENCIA SE SUSTENTA SU TRONO”.

A través de Las Sagradas Escrituras, se asocian dos cualidades con la benignidad: EL AMOR Y LA MISERICORDIA. Pedro escribió que debíamos agregarle “A LA PIEDAD, AFECTO FRATERNAL; y AL AFECTO FRATERNAL” AMOR (2 Pedro 1:7), en tanto que Pablo habló de VESTIRNOS “DE ENTRAÑABLE MISERICORDIA, DE BENIGNIDAD, DE HUMILDAD, DE MANSEDUMBRE, DE PACIENCIA” (Colosenses 3:12).

¿Qué es benignidad? Está basada en la mentalidad que se describe en FILIPENSES 2:3-4: “NADA HAGÁIS POR CONTIENDA O POR VANAGLORIA; ANTES BIEN CON HUMILDAD, ESTIMANDO CADA UNO A LOS DEMÁS COMO SUPERIORES A ÉL MISMO; NO MIRANDO CADA UNO POR LO SUYO PROPIO, SINO CADA CUAL TAMBIÉN POR LO DE LOS OTROS”.

Entonces benignidad es darnos humildemente en amor y misericordia a las personas que de pronto no podrán darnos nada a cambio, a personas que a veces no lo merecen y a personas que por lo general no nos van a agradecer por ello. Benignidad básicamente es una forma de pensar que lleva hacer obras pensadas para los demás.

Entonces si bien comprendimos debemos ser misericordiosos mostrar amor pero con la mentalidad que no podrán darnos nada a cambio, que tienes que dar de ti, y no esperes recompensa por tus actos.

¿Por qué Dios quiere que manifestemos benignidad?

La primera parte de PROVERBIOS 19:22 dice: “CONTENTAMIENTO ES A LOS HOMBRES HACER MISERICORDIA” ¿Por qué? ¿Por qué considera Dios esta característica tan importante?

En SALMOS 25:6 vemos un punto muy interesante acerca del origen de la benignidad: “ACUÉRDATE, OH ETERNO, DE TUS PIEDADES Y DE TUS MISERICORDIAS, QUE SON PERPETUAS”. Dios creó el mundo y a la humanidad, y muy amablemente nos permite vivir acá y  somos muy pocos los agradecidos, pues la mayoría hemos destruido este planeta que nos cobija solo por un tiempo más.  También nos permite elegir como queremos vivir, aunque el preferiría que escogiéramos su camino de vida, porque sabe que es de la única forma en que conseguiremos la verdadera felicidad. ¡Qué gran benignidad! De su parte. Y nosotros tan malagradecidos que somos.

Dios quiere que seamos como Él. Aunque su tierna misericordia y amorosa benignidad de Dios a menudo se da por sentada, sus siervos reconocen su mano. Lo mismo pasará con nosotros si seguimos su ejemplo y somos misericordiosos y benignos como Él lo es. Las historias en la Biblia nos muestran que la misericordia y la benignidad de Dios se manifestaban a través de personas que eran inspiradas por Él. Dios envió mensajeros y profetas para que trataran de ayudar a la gente pero los hijos desobedientes o los ignoran o los mataron, y algunos aun hoy se tapan los oídos para no escuchar sus verdades infalibles y maravillosa benignidad hacia una terrible humanidad que no se da cuenta que son sus últimos momentos de infeliz existencia.


En EFESIOS 4:32 dice: “ANTES SED BENIGNOS UNOS CON OTROS, MISERICORDIOSOS, PERDONÁNDOOS UNOS A OTROS, COMO DIOS TAMBIÉN OS PERDONÓ A VOSOTROS EN CRISTO”. En el versículo 31 vemos lo contrario de esto: “QUÍTENSE DE VOSOTROS TODA AMARGURA, ENOJO, IRA, GRITERÍA Y MALEDICENCIA, Y TODA MALICIA”. ¡Es obvio que éstas son unas características que Dios no quiere que tenga su pueblo escogido!

Quero que entiendas que todo lo que hagas, tendrá consecuencia en los demás, eres una carta abierta para los incrédulos y creyentes.  2 corintios 3:2 nuestras cartas sois vosotros, escritas en nuestros corazones, conocidas y leídas por todos los hombres; 

¿Por qué quiere Dios que manifestemos benignidad? Nosotros somos herramientas que debemos extender la benignidad amorosa de Dios y su misericordia al mundo. Debemos reflejar la luz y el ejemplo de su compasión, misericordia y benignidad. ¡Debemos ser como Él para que podamos estar en su familia para siempre!

Un ejemplo de benignidad que debemos seguir

En uno de los peores momentos del antiguo reino de Judá, podemos encontrar un asombroso despliegue de benignidad. En 2 CRÓNICAS 22 Y 23 encontramos la historia que comienza con una malvada REINA ATALÍA tomando el trono de Judá después de asesinar a toda la descendencia real. De hecho mató a toda la descendencia menos a un bebé llamado Joás. La hija del que fuera rey (Josabet) salvó al pequeño Joás de la matanza junto con su esposo, el sacerdote Joiada y lo escondieron en la casa de Dios.

Durante siete años Joiada escondió a Joás mientras que la reina usurpadora gobernaba en Judá. Ambos esposos tomaron este impresionante riesgo, poniendo sus vidas en peligro por mostrar benignidad con el niño condenado a muerte. Después de siete años, Joiada cobró fuerzas y empezó a actuar para que Joás fuera instaurado como rey de Judá y poder deshacerse de Atalía. Así, por muchos años, Joiada estuvo guiando y aconsejando al joven rey. Esta historia nos muestra que la benignidad puede implicar que sacrifiquemos nuestra comodidad por otros e incluso arriesgarnos para poder ayudarlos.

Un ejemplo para evitar

En 2 CRÓNICAS 24 vemos un giro trágico de la historia, el rey Joás nos da un ejemplo perturbador para evitar. Después de muchos años de benignidad con Joás, el sacerdote Joiada murió. Y Joás en lugar de seguir lo que Joiada le había enseñado y mostrado, siguió fue el consejo necio de los líderes del pueblo. Debido a esto, Judá volvió a la idolatría. Dios envió a varios profetas para que animaran a Joás y a Judá a que se volvieran a Él, pero fueron cruelmente ignorados. Zacarías, hijo de Joiada, el hombre que mostró tanta benignidad con Joás durante toda su vida, fue uno de los profetas que Dios envió.

¿Cuál fue el trato que Joás le dio al hijo de la persona que literalmente le salvó la vida y trabajó para que pudiera ser un buen rey? ¡JOÁS ORDENÓ QUE APEDREARAN Y MATARAN A ZACARÍAS! “Así el rey Joás no se acordó de la misericordia que Joiada padre de Zacarías había hecho con él, antes mató a su hijo, quien dijo al morir: el Eterno lo vea y lo demande” (2 CRÓNICAS 24:22).

No solamente nos muestra lo horrible que puede llegar a ser la falta de benignidad, también nos muestra que debemos estar alerta para seguir a Dios, de lo contrario todas las cosas como la benignidad ya no serán tan importantes para nosotros.

Toca hacernos un auto-examen de benignidad

1.    ¿La benignidad que muestro a los demás refleja la que Dios tiene conmigo?
2.    ¿he sido bondadoso y he sentido misericordia con alguien?
3.    ¿Busco algo a cambio con la benignidad que muestro, o es genuina? ¿Cómo lo sé?
4.    ¿Mis acciones benignas, llevan consigo misericordia, amor y compasión? ¿Cómo?
5.    ¿Cuándo realmente puedo hacerlo, cuanto sacrifico por lo demás en lugar de ser egoísta?
6.    ¿soy egoísta?
7.    ¿Cómo podemos mostrar más benignidad, compasión y  misericordia?

El fruto del Espíritu tiene varias combinaciones que van de la mano (la benignidad implica amor, paciencia, templanza, etc.) por una buena razón: Dios es completo y equilibrado. La benignidad es otra parte que mantiene nuestras actitudes espirituales y nuestra vida equilibrada.

Tú sabes ahora cuantas cosas debes cambiar en ti, ahora entiendes que debes poner atención a tu comportamiento hacia los demás, ya que lo que siembres eso mismo cosecharas, siembra, amor recibirás más amor, siembra compasión y en la necesidad tendrán misericordia de ti, si das una sonrisa y das más de ti cuando tienes en tu posibilidades poder ayudar, veras que tu satisfacciones y bendiciones no dejaran jamás.

¿Cómo podemos mostrar más benignidad?

A veces las pequeñas cosas son las más que cuentan. Si tratamos de manifestar más misericordia a los demás poco a poco, veremos un cambio completo en nuestra actitud — será una llena de benignidad. Algunos ejemplos que demuestran benignidad son:

·         Elogie a la gente de manera sincera (sin adulaciones) para alegrarles el día.
·         Interactúe con los extraños, en vez de pasar de largo o mirar al piso (ábrales la puerta, sonría, salude, ayúdeles a llevar algo).

·         Siéntese y hable con personas que claramente no quieren estar solas.

·         Hágale un espacio a la benignidad en su personalidad y su rutina diaria. Esto puede implicar cambios en sus rutinas, dedicarles más tiempo a los demás y desarrollar una actitud de servicio. No va a cambiar de la noche a la mañana, pero entre más piense en manifestar benignidad, su vida diaria estará más influenciada por ese pensamiento.

·         No desaproveche las oportunidades para manifestar benignidad. Diariamente se presentan varias. Si usted está preparado para ellas entonces podrá aprovecharlas todas. Si pierde alguna, entonces esfuércese por manifestarla en la próxima oportunidad que se le presente.


La benignidad no es un intento egoísta para que logremos algo. Es una muestra de misericordia y amor con otro ser humano sin pensar en recibir nada a cambio. Debemos desarrollar el mismo amor y la benignidad que Dios tiene por nosotros.

Que mi Señor, te mire con agrado y te conceda amor , paz, gozo, tolerancia y benignidad.

Defendiendo La Sana Doctrina

IGLESIA DE DIOS
Columna y Apoyo de la verdad.

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jueves, 23 de marzo de 2017

Cuarto Fruto del Espiritu: La Paciencia y Tolerancia

LA PACIENCIA 

Probablemente ha escuchado el dicho que dice: “La paciencia es una virtud”. Pero a juzgar por la sociedad que nos rodea, pareciera que no es una virtud que muchos quisieran desarrollar. A menudo escuchamos expresiones como “se me está acabando la paciencia” o “!no tengo paciencia para la gente como usted!”

¿Se acabó la paciencia? ¿Qué dice este fruto del espíritu de nosotros y de nuestro Padre celestial, que nos ordena ser pacientes?

Esta virtud significa: respeto y consideración hacia las maneras de pensar, actuar y decir de los demás, aunque estas cosas sean diferentes a las nuestras.

Es la virtud más útil en la vida social, hacia los compañeros de trabajo, a los hermanos, y en los conciudadanos de la calle. La persona que no toleran las faltas de sus semejantes, el que no quiere consentir ningún desafuero, tendrá muchos problemas en la vida.

¡Hoy en día pocos consideran que la paciencia sea una virtud! (Gálatas 5:22). ¡No queremos esperar, y definitivamente no queremos sufrir!

¿Qué significa paciencia?

De pasar de caminar a utilizar carruajes con caballos, de éstos al automóvil y del automóvil al avión, el progreso tecnológico de la humanidad refleja nuestro deseo de velocidad de ser rápidos y por eso nuestra creciente impaciencia. La paciencia, que es escasa en el mundo, especialmente ahora que las personas se frustran cuando sus teléfonos celulares tardan más de cinco segundos en lugar de tres segundos en cargar Internet, esta tendencia sin lugar a dudas, afectó nuestras relaciones y nuestras actitudes. ¿Cómo evitarlo?

En Efesios 4:2 dice: “con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor”. Este versículo asocia la paciencia con trabajar pacientemente con los demás aunque no sea algo placentero para nosotros.

Una parte en Colosenses 3:12-13 utiliza el mismo lenguaje pero le agrega otro componente. Se nos dice que debemos: “de paciencia; soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros”. Esta escritura nos indica que LA PACIENCIA ESTÁ RELACIONADA CON EL PERDÓN. Estas dos escrituras vienen de secciones que describen cómo debe actuar el “nuevo hombre” lleno del Espíritu Santo.

No hay cosa mejor que obrar bien para no sufrir; y otro recurso que saber sufrir todos los males que no podamos prever ni evitar.

 Estimado amigo y lector, debemos olvidar que cada persona es un mundo diferente de pensamientos y sentimientos, de propósitos, en variedad de gustos se rompen paradigmas y por lo tanto la gran masa de la sociedad no será muy compatible con nuestro modo de pensar y de vivir, por tanto el espíritu Santo de Dios nos prodiga este fruto. Esta virtud, debe saberse RESPETAR Y CONSIDERAR LAS ACTUACIONES DE LOS DEMÁS.

¿Qué es paciencia?


Es la paciencia divina y la misericordia que debemos mostrar a los demás, que refleje lo más fielmente posible la paciencia y la misericordia que Dios tiene con nosotros. Es cuando toleramos a los demás, pasamos por alto sus errores y acciones desconsideradas y sinceramente los perdonamos por sus ofensas reales o imaginarias contra nosotros. Es soportar las pruebas y esperar paciente y fielmente por la intervención de Dios.

¿Por qué quiere Dios que seamos pacientes?

De la misma manera que ocurre con los otros frutos del espíritu, Dios quiere que seamos como Él. Dios se preocupa por toda la humanidad; y lo hace con una compasión impresionante, misericordia y paciencia. El pueblo de Dios está entrenándose para ser reyes y sacerdotes y gobernar con Él en el futuro (Apocalipsis 1:6). Esto implica aprender a perdonar a los demás, tener misericordia y ser tolerante —de lo contrario seríamos igual a los líderes mundanos de hoy.

En Salmos 130:7, dice: “Espere Israel al Eterno, Porque en el Eterno hay misericordia, Y abundante redención con él”.

Dios nos dio el ejemplo de misericordia y redención. Él espera pacientemente (y ha esperado) que nosotros como seres humanos nos arrepintamos y dejemos de destruirnos entre nosotros. Dios quiere que nos volvamos a él, y cuando lo hacemos, incluso nos promete que nos va a ayudar a vencer. El proceso de pasar de una naturaleza humana egoísta (lo que la Biblia llama “el antiguo hombre”) a una nueva creación en Cristo puede ser lento y frustrante, pero Dios nos guía con amor y nos ayuda con una increíble paciencia. Y Él quiere que seamos como Él y seamos igual de pacientes con los demás.

En Lucas 17:3-4 vemos un ejemplo de cómo debería ser esto en nuestra vida diaria: “MIRAD POR VOSOTROS MISMOS. SI TU HERMANO PECARE CONTRA TI, REPRÉNDELE; Y SI SE ARREPINTIERE, PERDÓNALE. Y SI SIETE VECES AL DÍA PECARE CONTRA TI, Y SIETE VECES AL DÍA VOLVIERE A TI, DICIENDO: ME ARREPIENTO; PERDÓNALE”.

¡Esto requiere de paciencia! Esta escritura no da excusas para un lado o el otro. EL PECADO NO DEBE SER TOLERADO y debe señalarse cuando sea nuestra responsabilidad hacerlo. Sin embargo, los pecados que se repiten deben ser perdonados pacientemente, ¡incluso si se repiten siete veces en el día! Esto es lo que Dios hace y quiere que nosotros hagamos.

¿Por qué? Si no aprendemos a mostrar una paciencia piadosa y perdón, Dios no va a perdonar nuestras ofensas en contra de Él (Mateo 6:14-15 14 »Porque, si perdonan a otros sus ofensas, también los perdonará a ustedes su Padre celestial. 15 Pero, si no perdonan a otros sus ofensas, tampoco su Padre les perdonará a ustedes las suyas.).

Pero no debemos equivocarnos, tolerar no significa soportar refunfuñando, porque al darse cuenta la otra persona de lo que decimos entre dientes se disgustara siendo así, ya no es una virtud lo que tenemos sido una simulación de virtud que viene a ser nada. El sufrimiento es en todos los hombres la virtud más indispensable y más universal de este mundo. Así que el que él que tiene paciencia y tolera a veces: sufre, soporta calladamente, pero conscientemente de que está haciendo un bien y por lo tanto satisfecho de lo que está haciendo.

Muchas veces oímos decir a una persona evangélica:// dele gracias a Dios que soy evangélico y que lo soporto si no, ya vería//, y agradezcan que no cargo mi machete porque mi machete si no es evangélico.”

Preguntamos: ¿es esto tolerar...? NO, en ninguna manera, esto es amenazar solapadamente o como dicen algunas personas aunque esté mal dicho amenazan evangélica mente. ¿Qué es lo que sale a relucir en este caso? Una carnalidad oculta, la cual viene a ser inmaduro el fruto de la tolerancia.

El apóstol Pablo así recomienda en COLOSENSES 3:12-13 12 POR LO TANTO, COMO ESCOGIDOS DE DIOS, SANTOS Y AMADOS, REVÍSTANSE DE AFECTO ENTRAÑABLE Y DE BONDAD, HUMILDAD, AMABILIDAD Y PACIENCIA, 13 DE MODO QUE SE TOLEREN UNOS A OTROS Y SE PERDONEN SI ALGUNO TIENE QUEJA CONTRA OTRO. ASÍ COMO EL SEÑOR LOS PERDONÓ, PERDONEN TAMBIÉN USTEDES.

Pablo entonces compara la tolerancia como una vestidura, y así como es imprescindible presentarnos ante la sociedad con una buena corbata, una bonita camisa, un hermoso traje o vestido de la misma manera debemos hacerlo ante la sociedad, la Iglesia, mis conocidos, mis amigos mis allegados, mis parientes, etcétera.

La comunión que tenemos en la Iglesia, la fraternidad, ese continuo roce social- espiritual entre los hermanos nos obliga llevar consigo este fruto y mostrarlo continuamente cuantas veces sea necesario.

El apóstol dice “SUFRIÉNDOOS LOS UNOS A LOS OTROS” ¿por qué razón decía esto el apóstol? Porque conocía la naturaleza humana y sabe que una forma y otra, nuestra materialidad no se inclinara a ofender a lastimar, a imponer, es ahí; desde luego cuando aquellos no se relacione en ningún ápice con el pecado, a soportar, a sobrellevar, así lo aconseja el apóstol en GALATAS 6:2 2 AYÚDENSE UNOS A OTROS A LLEVAR SUS CARGAS, Y ASÍ CUMPLIRÁN LA LEY DE CRISTO.

Obviamente como hemos dicho al principio de este tema, todo esto nos dirigirá a el amor, la verdadera caridad en favor de nuestro prójimo, y por esta razón Pablo dice que toda la ley y relacionada con el prójimo en esta sola palabra y se debe cumplir en tu vida: “AMARÁS A TU PRÓJIMO COMO A TI MISMO” GALATAS 5:14.

UN EJEMPLO QUE DEBEMOS IMITAR

Jeremías, uno de los profetas más importantes del Antiguo Testamento, da un ejemplo asombroso de templanza y paciencia. A Jeremías le fue asignada la tarea aparentemente imposible de decirle al pueblo de Judá que Babilonia los iba a llevar cautivos porque ellos no querían arrepentirse de sus pecados —un mensaje no muy halagüeño.

Jeremías intentó una y otra vez que el pueblo de Dios se arrepintiera y dejara los malos caminos, incluso sufriendo un profundo dolor. Él escribió: “¡OH, SI MI CABEZA SE HICIESE AGUAS, Y MIS OJOS FUENTES DE LÁGRIMAS, PARA QUE LLORE DÍA Y NOCHE LOS MUERTOS DE LA HIJA DE MI PUEBLO!” (JEREMÍAS 9:1).

¿Qué consiguió Jeremías con este sincero intento para que la gente se volviera del mal?
Fue destituido y dejado solo con sus pensamientos. Su vida estaba constantemente amenazada por conspiraciones de aquellos que lo rodeaban. Tenía a otros profetas que lo llamaban mentiroso y traidor de Judá. Fue golpeado, perseguido, arrestado y puesto en una cisterna donde se hundió en el cieno (Jeremías 38:6). Un pergamino con todas las profecías que Dios le había revelado, fue cruelmente quemado y tuvieron que ser reescritas.

A pesar de todo, Jeremías continuaba tratando de que el pueblo de Dios se arrepintiera de sus pecados. Nunca se rindió ante ellos, no dejó de hacer lo que Dios le pidió y jamás se alegró del destino que les había profetizado.

Así que como siervos de Dios, debemos tener paciencia y tolerancias con los incrédulos, con lo que te rechacen y hasta te hacen bulín por querer evangélico y quieras ser hijo de Dios y asistas a la iglesia, y que no te vergüenza de que te vean con tu biblia.


UN EJEMPLO PARA EVITAR

Jesucristo narra una parábola muy impactante, que nos muestra el destino de aquellos que no quieren ser pacientes con los demás. Es conocida como la parábola del deudor que no perdona. Después de que Cristo le dijo a Pedro que debía perdonar hasta 70 veces 7, Él comenzó una historia acerca de una deuda enorme que tenía un sirviente con un gran rey.

El sirviente suplicó por misericordia y paciencia, y el gran rey tuvo compasión y le perdonó la gran deuda. Pero cuando salió ese mismo sirviente, se encontró con una persona que le debía una menor cantidad a comparación y le exigió que le pagara enseguida. A pesar que ese hombre le suplicó por misericordia y paciencia, el deudor que no perdona lo mandó a la cárcel hasta que pudiera pagarle.

Cuando el rey se enteró de este acontecimiento, sintió mucha indignación y regañó al sirviente por no haber tenido la misma compasión y piedad que se tuvo con él. Entonces el sirviente fue encarcelado y torturado hasta que pudo pagar la enorme deuda que tenía con el rey.

La parábola termina con: “ASÍ TAMBIÉN MI PADRE CELESTIAL HARÁ CON VOSOTROS SI NO PERDONÁIS DE TODO CORAZÓN CADA UNO A SU HERMANO SUS OFENSAS” (v. 35). Cristo fue muy claro al explicar que si queríamos que Dios fuera paciente y misericordioso con nosotros, así mismo deberíamos ser nosotros con los demás.



AUTO-EXAMEN DE PACIENCIA

  • ¿Soy lento para la ira o rápido para condenar? ¿Por qué soy así?
  • ¿Me describen los demás como alguien calmado y relajado o impaciente y que se ofende fácilmente?
  • ¿La paciencia que tengo con los demás refleja la misma paciencia que tiene Dios conmigo? ¿Cómo lo sé?
  • ¿Perdono realmente a los demás o guardo rencores?
  • ¿Qué es lo que hace difícil que yo perdone a los demás?
  • ¿Cómo podemos ser más pacientes?

Hemos visto que la paciencia no es sólo una característica deseada por los cristianos, es un componente necesario para llevar una vida hacia la salvación. Si no somos pacientes ni perdonamos a los demás, Dios tampoco lo va a hacer con nosotros, esa es la condición: considérate perdonado, si ya perdonaste, de otra manera toca un reinicio personal y empezar hoy.

  • ¿Cómo podemos estar seguros de que nuestra vida está rebosante de este fruto del espíritu? 
  • ¿Cómo se llama la persona que menos soportas?


Hablemos con sinceridad; debemos escribir el nombre de una persona con la cual tenemos cierto rencor o no hemos perdonado realmente y después escribir las razones por las cuales no hemos sido pacientes con él o ella. ¿Son razones válidas de acuerdo a la Biblia? ¿Qué podemos hacer para perdonar a esta persona? Busquemosle una solución.

Con tranquilidad piense en las cosas que dicen y hacen con nosotros, en lugar de reaccionar precipitadamente. Uno de los aspectos más difíciles de controlar con respecto a la paciencia, es el fuerte deseo de que nuestras lenguas hablen libremente.

Cuando nos ofendan o “pequen contra nosotros”, tenemos que acordarnos de reaccionar de la misma manera que quisiéramos que Dios lo hiciera con nuestros pecados.

LA IGLESIA DE DIOS DEBEN SER CONOCIDOS POR SU PACIENCIA —la paciencia según el horario de Dios y su plan para ellos, especialmente la paciencia con otros seres humanos. Mostrémosle al resto del mundo la paciencia y la tolerancia que Dios tiene con nosotros.

Que el señor te mire con agrado y te muestre su favor.

Defendiendo la sana doctrina
Iglesia de Dios
Columna y apoyo de la verdad.


Formando Líderes con valores, Gamaliel Estrada