¡OH SEÑOR, TE ENTREGO MI VIDA!
4
verdades de una oración sincera
Salmo
25:1-7
1 Oh Señor, te entrego mi vida. 2 ¡Confío en ti, mi Dios! No permitas que me avergüencen, ni dejes que mis enemigos se regodeen en mi derrota.3 Nadie que confíe en ti será jamás avergonzado, pero la deshonra les llega a los que tratan de engañar a otros.4 Muéstrame la senda correcta, oh Señor; señálame el camino que debo seguir. 5 Guíame con tu verdad y enséñame, porque tú eres el Dios que me salva. Todo el día pongo en ti mi esperanza. 6 Recuerda, oh Señor, tu compasión y tu amor inagotable, qué has mostrado desde hace siglos. 7 No te acuerdes de los pecados de rebeldía durante mi juventud. Acuérdate de mí a la luz de tu amor inagotable, porque tú eres misericordioso, oh Señor
Introducción.
Esta una oración corta, sencilla
y sincera, pero poderosa, donde Salmista inicia ofrendando lo que el mismo
creador le otorgo y quién de nosotros entrega su vida como una ofrenda aunando
su confianza completa y humillándose completamente solicitando: guíanza, eficaz,
salvación, esperanza, amor, misericordia y perdón y es la
oración sincera la eficaz jamás como la del publicano, este es un ejemplo de un destacado hombre de oración de las sagradas escrituras aunque breve fue efectiva..
Es posible que te sientas sola, y/o solo y sientas que tu mundo se cierra, pero as esta oración personal, ¡HAZLA TUYA! David revela su relación con Dios. El lenguaje que usa transmite la idea de confianza, seguridad, integridad, alegría, disposición, claridad mental.
Si solo quisieras orar un poco más de lo normal, si oras solo una vez al dia ahora ora dos veces, comunícate más con Dios, quéjate con el ¿crees que Dios no le respondió a David? Pero me dirás es que era David el Rey de Israel por eso lo escucho, nuestro Dios no hace acepción de personas solo quiere de ti un corazón humillado una disposición clara de reconocer nuestros pecados y claridad mental o sinceridad en otras palabras.
Es por eso que David, se
detiene un momento en el camino. Sabe que no puede regresar, pero no sabe cómo
continuar. Por eso pide que Dios le ayude a seguir sin salirse del buen camino.
Quién de nosotros no quisiéramos
deja de pecar, y prometes no hacerlo y lo vuelves a hacer al reflexionar en la
oración que hace David en el Salmo
25:1-7, aprendemos cuatro verdades sobre la oración.
PRIMERA VERDAD EN LA ORACIÓN SINCERA.
Saber en qué dirección buscar ayuda.
“A ti, oh Jehová, levantaré mi
alma” (Salmos 25:1).
El entregar tu vida completa
a tu señor o Levantar el «alma» es una referencia poética a presentarse con
humildad y reconocimiento ante Dios. Es decirle: “as conmigo tu voluntad”; es
una manera poética de enfatizar la piedad ante Dios, es una forma sencilla de
allegarse al trono de Dios para que el Señor evalúe nuestra existencia completa
y responda a nuestra petición. Si deseas ayuda primero reconoce que tú le perteneces,
que no vives tú, si no Cristo vive en ti Gálatas
2:20 Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya NO VIVO YO,
mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del
Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.
Cuando reconozcas
entonces que tu vida le pertenece, ¿qué crees que ara Dios con tu vida? Te cuidara,
No lo dudes, te pondrá en alto, te protegerá como la niña de sus ojos. Zacarías 2:8 Porque así ha dicho Jehová de los ejércitos: Tras la gloria
me enviará él a las naciones que os despojaron; porque el que os toca, TOCA A
LA NIÑA DE SU OJO. Está claro
que sus hijos son de su cuidado los que son de su pertenecía Salmos 17:8 GUÁRDAME como a la NIÑA DE TUS OJOS; Escóndeme bajo la sombra de tus alas, ¿Qué dudas
tienes entonces de entregarte completamente a sus designios, ¡hazlo ahora
mismo!
Si comprendiste lo que leímos,
había seguridad en su oración al decirle “eres tan bueno, estás dispuesto a perdonar”,
el ya declara en su vida salvación y perdón, así que queda claro que si
necesitas perdón y reconciliación no tardes más en hacerlo. 1 Juan 1:9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo
para perdonar nuestros pecados, y LIMPIARNOS DE TODA MALDAD.
No debes orar solo cuando
tienes tiempo, hazlo cuando tengas necesidad no te digo que debas arrodillarte
en el autobús, en la calle, solo cierra tus ojitos y él está dispuesto a oírte en
todo momento. Mateo 6:5 Y CUANDO ORES,
no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas
y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres; de cierto os
digo que ya tienen su recompensa. Mateo 6:6 Mas tú, CUANDO ORES, entra en tu aposento, y cerrada la
puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te
recompensará en público.
pero si te recomiendo que debes orar antes de
salir de tu casa, o cerrar tu habitación unos minutos solo para depositar tu
confianza cada mañana antes de salir de casa, solo te tomara unos minutos; jamás será perder
tu tiempo cuando a orar se refiere, si supieras todas las bendiciones que te
ganas.
Salmo143:8 Hazme oír cada mañana acerca de tu amor
inagotable, porque en ti confío. Muéstrame por dónde debo andar,
porque a ti me entrego.
El humanista mira solamente
los recursos humanos disponibles. Pone su mirada en él mismo. Se cree capaz de
todo, cree que no necesita de Dios. En tanto que el cristiano inmediatamente
mira a Dios. El hombre de oración sabe que las bendiciones de Dios no son
opcionales. Son una necesidad.
SEGUNDA VERDAD EN LA ORACIÓN SINCERA.
Saber Confiar:
La oración es levantar el
corazón a Dios. El Señor Creador no tiene necesidad de ti, eres tú el que tiene
necesidades, pues Él lo tiene todo solo pide y se te dará Lucas 11:10 Porque todo aquel que PIDE, recibe; y el que busca, halla; y al que llama,
se le abrirá. Pero ahora
sabes que si no lo recibiste es porque haz pedido mal, Santiago 4:3 Pedís, y no recibís, PORQUE PEDÍS MAL, para gastar en vuestros deleites. (Porque pides dinero por eso y para
gastar en tonterías)
Comprende amado lector entonces
que No es mover a Dios hacia nosotros, sino movernos nosotros hacia Dios. En
definitiva, somos nosotros los que necesitamos su bendición. David sabe en qué
dirección buscar ayuda.
Verso 2-3 del Salmos 25 dice
así:
“Dios mío, en ti confío; no
sea yo avergonzado, no se alegren de mí mis enemigos. Ciertamente ninguno de
cuantos esperan en ti será confundido; serán avergonzados los que se rebelan
sin causa”
Una actitud de confianza
basada en el carácter justo de Dios es la clave para que la oración sea
efectiva. David declaró su confianza y la convicción de que Dios no lo dejaría
en vergüenza. Hoy en día está de moda la burla, que te subestimen, que te hagan
bajar la cabeza en todo, que te humillen en el trabajo en el colegio (bullin)
pero que eso no te preocupe, tu vida cambiará, tu estatus será distinto porque
nadie se puede burlar de un hijo de Dios, ni mucho menos lastimarlo, el tomara
venganza por ti, y veras que te digo la verdad.
Deuteronomio 28:13 TE PONDRÁ JEHOVÁ POR CABEZA, Y NO POR COLA;
y estarás encima solamente, y no estarás debajo, si obedecieres los
mandamientos de Jehová tu Dios, que yo te ordeno hoy, para que los guardes y
cumplas,
Te daré otro ejemplo: Pablo
dice que él le confió a Dios un depósito: tanto su trabajo como su vida; y está
seguro de que ese depósito, está a salvo (asegurado), porque conocía que Aquel
en quien había creído no le fallaría, no lo dejaría en vergüenza. “No
sea yo avergonzado” de esta confianza que he puesto en ti, que no me muevan de
ella el miedo ni el halago y que no quede, al final, decepcionado de haber
dependido en todo de ti, sino guarda mi depósito, lo que te he encomendado
(2 TIMOTEO 1:12).
Hay situaciones que parecen
ser un fracaso total en vez de un éxito rotundo. Nadie desea caer derrotado, ya
sea en la vida personal, en la vida familiar o en el trabajo. Es preciso
entonces saber en quien confiar. Estar convencidos de que “ninguno de cuantos
esperan en ti [en el Señor] será confundido”. Dios no deja en vergüenza a los
que confían y esperan en Él. David sabe en quien confiar.
Conocer el propósito de la oración.
“Muéstrame, oh Jehová, tus caminos; enséñame
tus sendas. Encamíname en tu verdad y enséñame; porque tú eres el Dios de mi
salvación; en ti he esperado todo el día” (Salmos 25:4-5).
Nunca pero nunca te sientas
autosuficiente, que todo lo sabes que todo lo puedes muestra humildad, no seas
que seas avergonzado Salmos 51:17 Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; Al corazón contrito y HUMILLADO no
despreciarás tú, oh Dios. Porque si oras como el publicano que se sentía
como el mejor entonces su oración no subirá pero ni al techo de su aposento Lucas 18:14 Os digo que éste descendió a su casa justificado antes que el
otro; porque cualquiera que se enaltece, será HUMILLADO; y el que se humilla será enaltecido.
Cuando oramos pidiéndole a
Dios que cambie una situación, o que cambie a otra persona, casi siempre
comienza con nosotros. El propósito de la oración es cambiarnos. Primero pide
un cambio en ti, luego en los demás, tú debes iniciar el cambio. Mateo 7:3 ¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga
que está en tu propio ojo?
Que tu señor te diga por dónde
ir, que el muestre el camino, te muestre el mapa por donde debes conducirte. La
petición más grande que tenía David era que Dios le mostrara, le enseñara y le
encaminara por «tus caminos», «tus sendas», «tu verdad». Esto revela el corazón
de un hombre que desea conocer los designios de Dios, sujetarse a sus
preceptos, ver cumplidas sus promesas y sus pactos.
Muéstrame tus caminos: así
que di conmigo ¡Hoy Pongo mis actitudes bajo tu control, Señor Jesús!.
Cuando el creyente se determina así, el camino
se hace seguro, aunque aparezcan tropiezos. Dios cumplirá sus propósitos en
nosotros mira lo que dice Salmos 138:8 8 El Señor llevará a cabo los planes
que tiene para mi vida, pues tu fiel amor, oh Señor, permanece para siempre.
No me abandones, porque tú me
creaste.
MI Dios Encamíname en tu
verdad: Guíame y camina conmigo (eso implica confianza). No podemos
confiar en lo que no conocemos. No podemos confiar en lo que no hemos probado.
Cuando la oración te cambia,
cambias tus actitudes. Ese es el propósito de la oración. David conocía el
propósito de la oración.
CUARTA Y ULTIMA VERDAD EN LA
ORACIÓN SINCERA.
Conocer la base de la
oración.
“Acuérdate, oh Jehová, de tus piedades
y de tus misericordias, que son perpetuas. De los pecados de mi juventud, y de
mis rebeliones, no te acuerdes; conforme a tu misericordia acuérdate de mí, por
tu bondad, oh Jehová” Salmos 25:6-7.
TERMINO ESTE MENSAJE ASÍ Y PON ATENCIÓN:
David no se acerca a Dios
basado en su propia grandeza o sus éxitos, si bien recuerdas era inmensamente
rico, tesoros, propiedades nada le faltaba en casa; es posible que vivas muy cómoda o cómodo en tu
residencia de miles de dólares o pesos, tengas auto de lujo, empresa, pero eso
no te limite a ser misericordia con los demás que son hijos de Dios, mira que
David no se sintió superior sino que
viene a Él «conforme a tu [su] misericordia». Él ora a Dios basándose en lo que
Dios es y no en lo que él hace.
Jesús ilustró la oración que
se basa en los méritos humanos en la parábola del fariseo y el publicano: “El
fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy
gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni
aun como este publicano; ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo
que gano.” (Lucas 18:11-12). Por lo tanto, tengo derecho a reclamarte y
exigirte ser justificado y recibir la mejor recompensa. No fue justificado.
En tanto que el publicano
dice: “Dios, sé propicio a mí, pecador.” (Lucas 18:13). Salió justificado.
David no está preocupado si
Dios se olvida o no de algo. Su recordatorio a Dios en su oración (25:6-7), se
fundamenta en que las promesas y provisiones de Dios, son “conforme a [su]
misericordia”, “por amor de su nombre” (Salmos 25:11).
La base de la oración es la misericordia de Dios, no
nuestros méritos.
Para ser dirigido por Dios se necesita tener una mente
humilde y abierta para Dios. David conocía la base de la oración.
Cada uno de las verdades encontradas en estos primeros
siete versículos del salmo 25, nos llevan a una pregunta reflexiva.
·
¿Sabes
en quién confiar? Dios no te dejará en vergüenza.
·
¿Conoces
el propósito de la oración? La oración te cambia.
·
¿Conoces
la base de la oración? Compasión y misericordia divina.
Se justo en todo y piensa siempre en hacer el bien,
agrada a Dios en todo y te ira súper bien.
1 Pedro 3:12 Porque los ojos del Señor están sobre los justos, Y sus oídos atentos a sus oraciones; Pero el rostro del Señor está contra aquellos que hacen el mal.
Que el señor te bendiga y te guarde, te mire con agrado y te conceda paz.
Defendiendo La sana doctrina
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Columna y apoyo de la Verdad.
Formando Lideres con valor, Gamaliel Estrada/2017.
Nuestra vida le pertenece a nuestro Señor Jesucristo. Bendiciones desde mi blog
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